Calas y Playas con Encanto: de las Marismas del Odiel a Doñana

Desde la desembocadura de la ría de Huelva hasta la del río Guadalquivir se extienden kilómetros de un paisaje litoral prácticamente salvaje. Junto al océano Atlántico, se abren amplias y tranquilas playas, de arenas finas y doradas, en las que los vientos sur-oeste y las constantes regresiones marinas modifican caprichosamente sus perfiles y sus dunas, dejando que la efímera vegetación forme barrera a la arena. Rodeadas, además, de bellos enclaves naturales y paisajísticos protegidos.

La zona, además, permite descubrir los Lugares Colombinos, en una ruta que atesora sitios relevantes en la preparación y realización del primer viaje de Cristóbal Colón, que dio como resultado el descubrimiento de América. Localidades como Palos de la Frontera o Moguer fueron frecuentadas en múltiples ocasiones por el almirante, recibiendo ayuda y colaboración para el proyecto que pretendía realizar (los franciscanos del Monasterio de la Rábida, los hermanos Pinzón de Palos de la Frontera, los hermanos Niño de Moguer y otras prestigiosas familias marineras de la zona).

Sigue leyendo

Calas y Playas con Encanto: la costa sur de Menorca

Entre los términos de Ciutadella y Ferreries, en Menorca, se hallan una serie de calas y playas que forman parte del Área Natural de Especial Interés de la costa sur. Representan el paisaje típico del litoral meridional menorquín: la costa gana altura, se vuelve agreste e inaccesible, excepto por la irrupción de mangas de mar, que coinciden con desembocaduras de torrentes y barrancos, alumbrando zonas de baño y refugios marítimos.

Una serie de playas vírgenes que alojan valores naturales y paisajísticos de primer orden. Los senderos que las unen, en breves trayectos, permiten contemplar sus bellas vistas panorámicas: acantilados inmersos entre grandes masas de árboles y vegetación, que se funden con las cristalinas aguas turquesa y las finas arenas blancas.

Sigue leyendo

Calas y Playas con Encanto: S’Almunia (Santanyí, Mallorca)

La costa sureste de Mallorca dibuja una silueta escarpada, salpicada de cuidados almendros. Durante milenios el mar ha ido desgastando sus acantilados y bañando de turquesa sus pequeñas calas. Santanyí cuenta con 35 kilómetros de costa donde se encuentran algunas de las mejores playas vírgenes de Mallorca y el Parque Natural de Mondragó.

Hasta principios del siglo XX sólo había pescadores en este enclave costero, quienes habitaban las calas durante los meses cálidos del año. De hecho, aún se conservan algunos escars, construcciones tradicionales que utilizaban para guardar sus embarcaciones y aparejos de pesca, aunque de vez en cuando eran utilizadas por sus familias como lugar de estancia en vacaciones. En los años 60 se comenzó a construir en estas costas y con el turismo se modificó el paisaje.

Sigue leyendo