La península Ibérica ha sido tierra de paso de diferentes pueblos y civilizaciones, por su estratégica situación geográfica, a lo largo de su larga historia. Fruto de ello es nuestra gran riqueza sociocultural, que se refleja en el patrimonio monumental, en las tradiciones folclóricas, en la amplia gastronomía, en la variedad vinícola y en los diferentes paraísos naturales.
País de contrastes y de acogida de celtas, fenicios, árabes, judíos… Una de las mejores formas de descubrir esta amplia oferta sociocultural es siguiendo sus rutas históricas, para adentrarse en la esencia más pura de la Piel de Toro.