El río Danubio configura singularmente la fisonomía de Budapest, la «Perla del Danubio». Nueve enormes puentes conectan sus dos orillas, la real y residencial con la económica y comercial, como resultado de la unificación en 1873 de las ciudades de Buda y Óbuda, en la orilla derecha, con Pest, en la orilla izquierda.
Reconocida como Patrimonio de la Humanidad, sus calles llenas de historia esconden numerosos monumentos medievales, iglesias, castillos y edificios de diferentes estilos arquitectónicos (turco, barroco, clásico, romántico, renacentista, ecléctico y modernista), 223 museos y galerías. Presume, además, de ser la capital europea de las aguas termales. Sus balnearios se abastecen de 80 fuentes geotérmicas, entre las que se encuentra la más grande del mundo.
Con todos estos atractivos, no es extraño que sea visitada por más de seis millones de turistas cada año…
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